La escena musical de Liverpool a fines de los 70's representaba un excitante y dinámico lugar donde figurar. Todo el mundo integraba una banda, tenía incluso la libertad de optar entre una u otra, o lisa y llanamente estaba formando un grupo. En medio de toda esta actividad se encontraba Eric's Club, un espacio pequeño y discreto que promovió a varios exponentes como The Teardrop Explodes, Echo & The Bunnymen y Frankie Goes To Hollywood.
Este era el panorama que reinaba en ese local, cuando Orchestral Manoeuvres In The Dark debutaron en 1978. Los miembros fundadores Andy McCluskey y Paul Humphreys habían sido originalmente inspirados por la música electrónica experimental de grupos alemanes como Kraftwerk (recomendamos leer su Rumbo Biografía al final de esta página) y Neu.
Trabajando con radio sets y sintetizadores de fabricación propia, Humphreys y McCluskey se bautizaron a sí mismos como VCLXI, tomando como referencia un diagrama que aparecía en el album 'Radioactivity' de Kraftwerk, y es de esta manera que comienzan a experimentar musicalmente. Sin embargo, esto no era otra cosa más que un tímido proyecto que el dúo desarrollaba durante los fines de semana mientras eran activos en otras bandas locales de Liverpool, caso de Equinox, Pegasus y The Id.
A pesar de haber acumulado una riquísima experiencia en lo que respecta al concepto standard de un grupo artístico, sintieron en determinado momento que esas vivencias no les satisfacían por completo, más que nada en términos creativos. Era tiempo de hacer un cambio. Humphreys y McCluskey deciden trabajar conjuntamente y unir sus fuerzas para hacer las cosas a su manera como Orchestral Manoeuvers In The Dark (OMD). Por cierto, un nombre poco inteligente en su sentido más comercial... pero a pesar de ello, lograron acaparar la atención no por su nombre sino que por su música, la cual despertó un interés considerable en forma inmediata.
Apenas Tony Wilson (ejecutivo de Factory Records) escucha 'Electricity' con sus ritmos bailables frenéticos, los contrata sin pestañear. A partir de allí, 'Electricity' se convierte en uno de los grandes himnos de OMD.Virgin Records de inmediato se siente atraído por estos jóvenes vanguardistas, y los contrata en 1979. Con el pago por adelantado del contrato, Humphreys y McCluskey edifican su propio estudio de grabación (próximo a Eric's Club), donde componen y graban nuevo material. Esto incluye su album debut homónimo, el cual fue lanzado al mercado ese mismo año. Luego de un breve periodo de presentaciones en vivo y como teloneros de Gary Numan (reconocido por su No.1 'Cars'), OMD rápidamente se ubican entre los más favoritos del emergente New Wave británico. Con 'Messages' alcanzan el No.13 de los charts británicos en 1980. Y un año más tarde, en 1981, logran ir más alto aún con 'Enola Gay', su primer hit internacional (inspirado en el avión que tiró la bomba atómica en Hiroshima).
Su máxima posición fue la No.8, por lo menos en el Reino Unido, gracias a este single. El éxito obtenido le permitió a OMD convertirse en uno de los principales polos atrayentes a nivel de espectáculos. Contratando músicos extras para esos shows, Humphreys y McCluskey reclutan para el futuro otros instrumentistas para sus sesiones de grabación. Finalmente, OMD se vuelve un cuarteto: se agregan Martin Cooper (teclados y saxo) y Malcolm Holmes (batería), que eran ya amigos en los tiempos pre-OMD:El tercer album, 'Architecture and Morality' demostró una de las mejores etapas artísticas de OMD. Desde allí se destacan 'Souvenir', 'Joan Of Arc' y 'Maid Of Orleans'. Todos ellos alcanzaron el Top5 en 1982.
Todo parecía indicar que habían sido tocados por la lámpara de Aladino. Vendían millones de simples y albums, estaban en boca de todo el mundo... hasta que en 1983 presentan 'Dazzle Ships', que fue un rotundo fracaso. Esto les dejó una gran lección: ser más conservadores en el futuro. Así es que en 1984 ponen a la venta 'Junk Culture': 'Tesla Girls', 'Locomotion' y 'Talking Loud and Clear' es la trilogía más aceptada de esta producción. Pero si bien el esfuerzo había dejado un sabor a estar haciendo las cosas bien otra vez, 'Junk Culture' no llenó del todo sus expectativas.Un año más tarde presentan 'Crush' y en 1986 'The Pacific Age', ambos bajo la supervisión del productor Stephen Hague. Bajo su lupa, OMD comenzó a brillar nuevamente tal como lo había logrado en 1981 gracias a Enola Gay... pero con una madurez artística mayor. Singles como 'So In Love', 'Secret' y '(Forever) Live and Die' demuestran que siendo dentro de su corriente un poco conservadores y "comerciales" -paradójico, por cierto- se puede llegar lejos. Y Hague ofició de motor en ese sentido.
Este es un periodo que también se destaca por las notables performances de OMD en Estados Unidos, país que tras 'Enola Gay' le había bajado la cortina, y se animó a apoyarlos otra vez. Así es que 'If You Leave', escrita por John Hughes específicamente para la banda de sonido de 'Pretty In Pink', es un éxito total a nivel mundial. Algunos críticos coinciden que el último gran single que McCluskey y Humphreys escribieron juntos fue 'Dreaming', lanzado en 1988. Pero eso es discutible. En 1989, con la partida de Humphreys, Holmes y Cooper, McCluskey queda completamente solo. Pero no pierde el tiempo. Lamiéndose sus heridas, sigue escribiendo más material... y en 1991 presenta, con el apoyo de los músicos Stuart Kershaw y Lloyd Massett 'Sugar Tax'. Esta producción obtuvo particularmente en Uruguay un apoyo de difusión impresionante, sobre todo por el single 'Pandora's Box'. Entusiasmados por el éxito logrado con 'Sugar Tax', OMD presenta en 1993 'Liberator', donde incluyen un cover realmente llamativo del clásico de Love Unlimited Orchestra 'Dream Of Me'.
Tras finalizar su gira 'Liberator', Andy McCluskey se tomó un tiempo para pensar en el futuro de OMD. Apostó nuevamente al grupo, y comienza a escribir música otra vez, tomando una única dirección musical. El resultado de su trabajo se plasma en 1996 con el lanzamiento de un nuevo single, 'Walking On The Milky Way', y su album 'Universal', que refleja el estilo inicial de OMD. Desde el comienzo, OMD se las rebuscó por ocupar un espacio excepcional entre lo alternativo y lo comercial, escribiendo canciones acerca de temas tan diversos como aviones, refinerías de petróleo, íconos religiosos y estrellas de cine.
Estas cancinones capturaron perfectamente el equilibrio entre la energía y la emoción; una melancolía pop que hizo eco alrededor de las paredes de Eric's Club por más de veinte años, y hasta el día de hoy continúa sonando fresca y excitante.